Johan Cruyff, sus inicios en el fútbol (Parte I)

Rebelde, transgresor, revolucionario, innovador, visionario, brillante, genio, imaginativo, y, por sobretodo, defensor de sus ideales. "Quiero ganar jugando bien, y quiero perder jugando bien", es fue siempre su consigna, el lema de su vida, no siempre le salió, estamos de acuerdo, hoy en día sus opiniones no son muy acertadas, pero nadie le puede negar el gran legado que ha dejado para el fútbol mundial, para el público que gusta del espectáculo, más allá del resultado, del fútbol lirico, imaginativo, pensado, bien jugado, del control del balón, de la pelota debe correr y no el jugador precisamente ese era y siendo el gran holandés Johan Cruyff.

Pero Cruyff no tuvo unos comienzos fáciles en su vida, nacido en Amsterdam el 25 de abril de 1947, durante la post-guerra de la Segunda Guerra Mundial, ya que su padre falleció a los 12 años, aunque después, gracias al cuidador del campo, al que el pequeño Johan ayudaría, puso sobreponerse a esa horrible situación.

Después de haber estado trabajando en el Ajax, como el limpiabotas o ayudando al cuidador del terreno de juego, a quien Johan habia considerado como su padre, debuto en la primera división holandesa con el Ajax, el 16 de noviembre de 1964, a la edad de 17 años, contra el Groningen, bajo la dirección técnica de Rinus Michels, que sería de gran influencia para la vida y la forma de entender el juego del fútbol para Cruyff.